viernes, 30 de diciembre de 2011

Josep Palau i Fabre: Cant espiritual

CANT ESPIRITUAL

No crec en tu, Senyor, però tinc tanta necessitat de creure en tu, que sovint parlo i t'imploro com si existissis.

Tinc tanta necessitat de tu, Senyor, y que siguis, que arribo a creure en tu –i penso en tu quan no crec en ningú.

Però desprès em desperto, o em sembla que em desperto, i m'avergonyeixo de la meva feblesa i et detesto. I parlo contra tu que no ets ningú. I parlo mal de tu com si fossis algú.

¿Quan, Senyor, estic despert, i quan sóc adormit?

¿Quan estic més despert i quan més adormit? ¿No serà tot un son i, despert i adormit, somni la vida? ¿Despertaré algún dia d'aquest doble son i viuré, lluny d'aquí, la veritable vida, on la vetlla i el son siguin una mentida?

No crec en tu, Senyor, però si ets, no puc donar-te el millor de mi si no és així: sinó dient-te que no crec en tu. Quina forma d'amor més estranya i més dura! Quin mal em fa no poder dir-te: crec.

No crec en tu, Senyor, però si ets, treu-me d'aquest engany d'una vegada; fes-me veure ben bé la teva cara! No em vulguis mal pel meu amor mesquí. Fes que sens fi, i sense paraules, tot el meu ésser pugui dir-te: Ets.

París, 14 de maig de 1950.

De Poemes de l'alquimista, 1952.


CANTO ESPIRITUAL

No creo en ti, Señor, pero tengo tanta necesidad de creer en ti, que a menudo hablo y te imploro como si existieras.

Tengo tanta necesidad de ti, Señor, y de que seas, que llego a creer en ti –y pienso creer en ti cuando no creo en nadie.

Pero después me despierto, o me parece que despierto, y me avergüenzo de mi flaqueza y te aborrezco. Y hablo contra ti que no eres nadie. Y hablo mal de ti como si fueras alguien.

¿Cuándo, Señor, estoy despierto y cuándo estoy dormido?

¿Cuándo estoy más despierto y cuándo más dormido? ¿No será todo un sueño y, despierto y dormido, sueño la vida? ¿Despertaré algún día de este doble sueño para vivir, allende, la verdadera vida, donde sueño y vigilia sean una mentira?

No creo en ti, Señor, pero si eres, no puedo darte lo mejor de mí si no es así: diciéndome que no creo en ti. ¡Qué forma de amor tan extraña y tan dura! Qué mal me hace no poderte decir: creo.

No creo en ti, Señor, pero si eres, sácame de este engaño de una vez. ¡Hazme ver bien tu cara! No tengas en cuenta mi mezquino amor. Haz que sin fin, y sin palabras, todo mi ser pueda decirte: Eres.

París, 14 de mayo de 1950.

Josep Palau i Fabre


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Esta vez sólo quiero presentar un poema, que considero entre los mejores de Josep Palau i Fabre (1917-2008); creo que es un poema vigente porque aborda la interminable disputa interna entre aquello que somos y en lo que creemos (o aquello que "deberíamos" ser y en lo que "deberíamos" creer). Me gusta la idea de que no hay un sólo ente divino; y que podemos irnos con el que más nos convenza. 
Sería padre hacer un camino espiritual y poder decir en algún momento, como Harrison: "My sweet Lord, I really wanna see you".

lunes, 19 de diciembre de 2011

Devorar a fruta que lhe emprestou o cheiro

Una versión más lenta de la canción  "Admiração" (cuyo ritmo original no puedo reconocer bien a bien) de Paulinho Moska.


La canción me mata. Me pone feliz. Y ¡es una chulada!
También la canción me hace pensar en Kill Bill... ¡Dios!
(Sem dúvida, ela é a mais bonita. E ela sabe disso.)

martes, 13 de diciembre de 2011

Cose che mi succedono con la lingua italiana e l'Italia

Cominciare a imparare una lingua –un'altra lingua– significa adentrarsi con la cultura e con le situazioni proprie di quel paese, soltanto, forse, per sapere cosa succede lontano da noi e come è come impattano sulla lingua e sulla cultura.
Uno, vicino alla cultura, anche cerca luoghi dove esistono elementi culturali; in questo caso esiste l'Istituto Italiano de Cultura in Coyoacán, Città del Messico, dove c'è una libreria e una tenda con prodotti gastronomici; a parte degli spazii per la difusione della cultura: dei film, esposizioni, ecc.
Ieri, 12 decembre, l'Istituto è stato attaccato con un oggetto esplosivo. Le autorità giudiziarie non sapevano niente su i responsabili del attacco. Ma oggi, un gruppo anarchista, attraverso un comunicato, ha detto che loro hanno fatto quel oggetto e lo hanno sfruttato con l'obiettivo d'"irrumpir en las relaciones diplomáticas de estos dos países (Messico e Italia) donde reina el fascismo". Il fatto mi sembra un po' male perchè riflessa una presenzia pericolosa di gruppi anarchiste in Messico inclinati al terrorismo e perchè non solo si prova a difendere una persona, un compagno, secondo loro, il giudizio del che fa parte. Una persona fa che molta gente cause probleme internazioli, forse, con il suo giudizio. Solidarità la chiamano.
Loro sono così imbecilli come quell'uomo che dice che non impararà l'italiano perchè nell'Italia ci sono molte dialetti e come imparare italiano se quando vada in Italia non si capirà niente e non avrà una communicazione efficciente se solo sa l'italiano "regolare" e non il siciliano, il piemontese, il ligure, il calabrese a tanti altri dialetti. Ripetto: Imbecille.
Forse l'Ambasciatta Italiana decida rimanere con i suo proggetto culturale in Messico.

domingo, 11 de diciembre de 2011

¿Qué hacer en ciertos momentos?

Hace poco veía dos películas que me parecen grandiosas y me di cuenta de que en las dos se daba un consejo fundamental cuando uno estaba en problemas. En la primera, cuando una se veía tentado podía silbar y su conciencia aparecería y lo guiaría por el camino del bien.



En la segunda, el silbido es de resignación ante la muerte, de saber que al final no queda más divertido que silbar, esto ayudará a hacer todo mejor. Veámosle el lado amable a la vida. El siguiente es el fragmento de la película. El otro es una presentación en The Royal Albert Hall (Sing-along).





Yo, mientras tanto, debo aprender a chiflar ya sea por la aparición de mi conciencia o simplemente para ver que no todo está perdido.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Un poemita de Gonzalo Rojas

[Cómo ya me gusta este poema.]

Orquídea en el gentío

Bonito el color del pelo de esta señorita, bonito el olor
a abeja de su zumbido, bonita la calle,
bonitos los pies de lujo bajo los dos
zapatos áureos, bonito el maquillaje
de las pestañas a las uñas, lo fluvial
de sus arterias espléndidas, bonita la physis
y la metaphysis de la ondulación, bonito el metro
setenta de la armazón, bonito el pacto
entre hueso y piel, bonito el volumen
de la madre que la urdió flexible y la
durmió esos nueve meses, bonito el ocio
animal que anda en ella.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Ser un perro callejero?

Hace poco en una clase de Literatura Iberoamericana, durante el recuento de un encuentro que el profesor y su adjunto organizaron, el primero anotó que el doctor E.S., en la conferencia inaugural, había puesto la dicotomía académico-intelectual en la que elegía ser un intelectual, porque éste es "como un perro callejero" porque, parafraseándolo, un perro callejero sabe más de la vida que uno de casa y es más hábil y cosas por el estilo. Tal metáfora le pareció de lo más genial a mi profesor y ese entusiasmo por el hilo negro traído y presentado por aquel doctor causó un revuelo impactante en la clase. Al menos tres de mis colegas se sintieron perros callejeros y, yo percibí rencor, empezaron a lanzar comentarios sentidos en contra del ámbito académico de la Facultad.
Conviene decir que esa "cisma" en la Facultad es un poco notoria. Digamos que la academia, usemos algo burdo, es como un Club de Toby en el cual, quien no entra dice horrores de ella y menosprecia la labor, en cierta medida reconocida, que se lleva a cabo ahí y comienza a desarrollar, cosa notable, sus propios proyectos que son impulsados y... alentados por ser rupturistas.
A muchos de la carrera les interesaría ser parte de los intelectuales de México, por su cabeza no pasa estar en las aulas en esa labor que parece tan grata. No; a ellos les gusta la creación, el debate, el pensamiento crítico, la palabra (no sé verdaderamente cuál palabra). Al otro grupo también le gusta todo eso pero me parece que es más real, más factible.
Una de las cosas que el profesor reprochó al "académico" es que a éste nunca le gusta mostrar sus preferencias políticas o dar apoyo a uno u otro partido político. Y que en cambio el intelectual está con todas, sí decide apoyar abiertamente a un candidato, cualquiera.
Aquí me acuerdo de aquel programa, "Encuentro Vuelta", en el que compartían mesa Octavio Paz y Mario Vargas Llosa, éste dijo que México era la dictadura perfecta "no de un hombre, sino de un partido" porque, entre otras cosas, "reclutó eficientemente a los intelectuales [...] sobornándolo [al medio intelectual] de una manera muy sutil a través de trabajos, a través de nombramientos, a través de cargos públicos... ". Esto me pone de nuevo enfrente la metáfora del "perro callejero". Un perro callejero anda por ahí vagando en busca de refugio y a quien le hable bonito y lo mime un poco, le mueve la cola y está de arrimado. El perro callejero por un poco de cariño y comida estará a disposición.
"Me gusta ser un asalariado" dijo uno de los más eminentes intelectuales que gozan de su vida académica refiriéndose al hecho de que le gustaba dar clases y que no perseguía fines personales; sí, algunos intelectuales son la academia.
Los intelectuales quieren dejar atrás el canon que se establece en los planes de estudio, quieren también implantar una nueva tendencia poética, "muy salvaje" que a veces, en su esgrimir, parece risible. Y como no los dejan o no les gusta ser muy académicos, optan por hacer menos a estos. Prefieren aplicar sus poéticas libertinas en la esquina de Copilco y Universidad.
Aparte, y no discrimino, los perros callejeros tienen un chingo de achaques: pulgas, garrapatas, sarna, rabia y, como dice Sancho, no digo más.

domingo, 30 de octubre de 2011

Pertinencias mortuorias

El miércoles 26 de octubre asesinaron a un miembro de la comunidad estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras. Hasta ahí había una consternación dentro de la comunidad misma. Sólo se sabía que se llamaba Carlos Sinuhé (la ortografía, atendiendo a los caprichos mexicanos, es dudosa: también lo escriben Sinhué...)y que había sido "ultimado" con 16 (!) balazos. (Achacan la muerte al gobierno de Calderón y su narco-guerra, amén del clima de inseguridad dada la misma).
A lo largo del jueves surgieron especulaciones: que era un dealer, que era activista con amenazas, que no tenía no enemigos ni había sido amenazado...
Ese mismo jueves personas cercanas (de algún inexplicable modo) a la Facultad organizaron una asamblea para determinar cuáles serían las actividades que se realizarían a la brevedad, todo por esclarecer el crimen del compañero muerto.
Decidieron hacer un paro de 24 horas a partir de las 19 horas para provocar que las autoridades tomaran cartas en el asunto y estuvieran involucradas en el proceso de resolución del caso. Algunas voces en el transcurso de la noche dijeron que esos individuos recorrieron los pasillos y sacaron con violencia a los que aún tomaban clases. No veo la necesidad de hacer un paro como el que se terminó realizando, se pensaría en hacer un paro activo, con una intensa labor de difusión e información al resto de la comunidad universitaria. Pero no un paro de labores por el que se pone en entredicho la actitud y el comportamiento de las personas que lo organizaron. Ese día se habló de "urbanidad" en un grupo de una red social, creo que ellos no la demostraron.
Otra de las acciones fue realizar una marcha al interior del campus con el fin de informar a las demás facultades de lo sucedido y reclutar más gente para la marcha "grande" del próximo jueves.
Durante su recorrido repartían papelitos donde se informaba sucintamente (mantenían la cantidad de 16 balazos) lo sucedido con el universitario. Hubo gente que no recibía tales papelitos. Vi al menos tres casos de esos volanteros que ante la negativa de los demás universitarios, respondían con insultos y degradaciones, todo por ser "unos apáticos".
Yo entiendo a estos seres cercanos a la Facultad, puedo comprender el coraje que provoca que maten de esa manera a una persona que conocían. Pero no tenían porqué usar la violencia ya física ya verbal para demostrar su coraje y menos contra miembros de la comunidad universitaria. El detalle es que muchos de ellos no son (propiamente) estudiantes, la gran parte dedica su tiempo universitario al llamado y cada vez más cuestionable –por sus integrantes– "movimiento estudiantil". El mismo muerto estaba inscrito desde 1997 en la licenciatura de Filosofía y, según sus cercanos, hacía la tesis hasta el miércoles. Es decir, tenía 33 años y llevaba 14 en la Facultad, no estudiando sino "apoyando y defendiendo las causas justas". Estoy seguro que pocas personas lo vieron alguna vez, al menos en los últimos... 10 años, en un salón de clases. De éstos abundan muchos por toda la Universidad.
De por qué lo mataron sólo quiero decir que es muy cuestionable que haya sido una de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico sólo por el hecho de ser un activista sumamente activo. Así uno podría pensar que cualquier muerto desde declarada la guerra contra el narco es víctima de la misma dado un clima de inseguridad que también causa esa guerra (también cuestionable).
Lo doloroso de la jornada fue ver en la nota roja, como solamente ellos saben, la foto de Carlos Sinuhé –ellos dicen que fueron 6 balazos: ¿a quién se le cree: a los sin-escrúpulos de la prensa amarillista o a los comprometidos, pero exageradores, miembros de "colectivos estudiantiles" que dicen que fueron 16 balas?–. Eso sí que no lo alcanzo a comprender: por qué hacer del sufrimiento de las familias que pierden un familiar (y no hablo nada más de este güey de Filos) un negocio y una fábrica de chistes y juegos verbales que únicamente humillan al muerto. Es un hecho que a últimas fechas se ha visto acrecentado, o porque la gente necesita más morbo o porque constantemente aparecen muertos y más muertos a granel en este país que se lo está llevando el carajo.
Me pregunto ahora si ese "estudiante muerto" haya valido la pena como para tener cerrada la Facultad de Filosofía y Letras por 24 horas. O es que sólo por ser activista se le debe rendir tal "tributo", o como se le quiera llamar. ¿Se habrá perdido un ser valioso que pudo haber aportado algo al desarrollo humanístico de México? Dejo la pregunta al aire...

jueves, 29 de septiembre de 2011

Ahora que tengo veinte años/ Ara que tinc vint anys

Estoy cumpliendo veinte años.
No es que vaya a tener veinte años, de hecho son veinte años que ya no tengo.
Hace unos días vi a Serrat y lo escuché platicando a un grupo de estudiantes sus anécdotas y sus opiniones sobre su oficio: el oficio de cantor.
Traigo, y saco del olvido, su canción "Ara que tinc vint anys" a colación. Doy el texto catalán y su traducción al español.


"Ara que tinc vint anys", Joan Manuel Serrat, 1967.

Ara que tinc vint anys,
ara que encara tinc força,
que no tinc l'ànima morta,
i em sento bullir la sang.

Ara que em sento capaç
de cantar si un altre canta.
Avui que encara tinc veu
i encara puc creure en déus...

Vull cantar a les pedres, la terra, l'aigua,
al blat i al camí, que vaig trepitjant.
A la nit, al cel, a aquest mar tan nostre,
i al vent que al matí ve a besar-me el rostre.

Vull alçar la veu, per una tempesta,
per un raig de sol,
o pel rossinyol
que ha de cantar al vespre.

Ara que tinc vint anys,
ara que encara tinc força,
que no tinc l'ànima morta,
i em sento bullir la sang.

Ara que tinc vint anys,
avui que el cor se m'embala,
per un moment d'estimar,
o en veure un infant plorar...

Vull cantar a l'amor. Al primer. Al darrer.
Al que et fa patir. Al que vius un dia.
Vull plorar amb aquells que es troben tots sols,
sense cap amor van passant pel món.

Vull alçar la veu, per cantar als homes
que han nascut dempeus,
que viuen dempeus,
i que dempeus moren.

Vull i vull i vull cantar.
Avui que encara tinc veu.
Qui sap si podré demà.

Però avui només tinc vint anys.
Avui encara tinc força,
i no tinc l'ànima morta,
i em sento bullir la sang...


La traducción

Ahora que tengo veinte años,
ahora que aún tengo fuerza
y no tengo el alma muerta
y siento que me hierve la sangre.

Ahora que me siento capaz
de cantar si otro canta.
Hoy que todavía tengo voz
y que todavía puedo creer en Dios…

Quiero cantar a las piedras,  la tierra, el agua,
al trigo y al camino que voy pisando.
A la noche, al cielo, a este mar tan nuestro,
y al viento que viene por la mañana a besarme el rostro.

Quiero alzar la voz, por una tempestad,
por un rayo de sol,
o por el ruiseñor
que ha de cantar por la tarde.

Ahora que tengo veinte años,
ahora que aún tengo fuerza
y no tengo el alma muerta
y siento que me hierve la sangre.

Ahora que tengo veinte años,
hoy que el corazón se me acelera,
por un momento para amar
o por ver a un niño llorar…

Quiero cantar al amor. Al primero. Al último.
Al que hace sufrir. Al que vives un día.
Quiero llorar con aquellos que se encuentran solos,
y que sin amor van por el mundo.

Quiero alzar la voz para cantar a los hombres
que han nacido de pie,
que viven de pie
y que mueren de pie.

Quiero y quiero y quiero cantar.
Hoy que todavía tengo voz.
Quién sabe si podré mañana.

Pero hoy sólo tengo veinte años.
Hoy todavía tengo fuerza
y no tengo el alma muerta,
y siento que me hierve la sangre …



jueves, 15 de septiembre de 2011

Andanzas. Caminos y caminantes. Parte I

La Ciudad de México tiene algo que, creo, la hace única y es la "capacidad" de siempre sorprender, apenar, llamar a la curiosidad del peatón, etc...
Antonio Machado, por su parte, escribió hacia 1909 en uno de sus "Proverbios y cantares": "caminante, no hay camino,/ se hace camino al andar".
Lo traigo a cuento pues creo que caminar es una actividad que parece ser menos frecuente en las grandes ciudades. Sólo dos tipos de personas lo hacen: los turistas y los ciudadanos de a pie.
Los que interesan esta ocasión son los segundos. Y es que el placer de caminar por las calles de la ciudad es muy grande; uno aprende y descubre cosas de todo tipo; se encuentra con lugares insospechados -en esta ciudad pasa mucho- o, más bien, inimaginados. Ocurre también que mientras uno camina, a su alrededor sucede algo que provocador, que clama al pudor...

Recuerdo una experiencia: Caminaba -no me acuerdo porqué- por una de esas zonas donde, pasado el mediodía -si no es que desde antes o todo el día-, se paran (o se exhiben) las prostitutas. La cuestión es que mientras yo caminaba me daba cuenta de las acciones de los demás hombres, especialmente adultos, pasados los 35 ó 40 años, quizá: los que iban en el transporte público desde que las  (o los) divisaban a lo lejos por la ventanilla del microbús, las (o los) veían con atención o al menos eso parecía, en ocasiones es probable que exista lujuria en esas largas observaciones; yo creo que es morbo: determinar, a la distancia, el verdadero sexo de quien se prostituye, pero mientras ya vio y algo ha de haber gozado.
Los que caminaban en dirección opuesta a la que yo llevaba también caían presas de la curiosidad y no evitaban echarle una mirada a esos seres. Si el individuo estaba volteado le veían el trasero; si estaban de perfil, veían rápidamente la silueta y las voluptuosidades características; cuando uno, o varios, de los individuos expectantes les decían alguna cosa sucia o pervertida, los aludidos sonreían, con una pena tremenda, y volteaban en busca de un rostro comprensivo. ¡Qué bueno! Nadie había escuchado las cosas que les decían; eso parecía.

Una vez, en la Feria del Libro del Zócalo, presentaron una antología de literatura erótica de escritoras de Tepito. Presentaron el libro la editora (vayaustedasaberquién) y tres narradoras. La gente pidió que se leyeran algunos cuentos para ver si sí los compraban. Imagino que buscaban otra cosa.
Los tres cuentos, lejos de ser malos, caían en lo soez, su contenido: pitos, vaginas, vergas, mamadas, culos, nalgas... en fin, las narradoras sacaron el repertorio de filias y el público se refocilaba, en especial, la gente que caminaba y pasaba cerca del lugar donde los cuentos eróticos eran leídos .
Esa gente alentaba su andar para escuchar mejor los cuentos, disimulaba cansancio y tomaba un respiro justo donde estaba la cuentística erótica tepiteña. Diría que jamás habían puesto tanta atención a algo que escuchaban en la calle.

Es gracioso observar el comportamiento de la gente, del mexicano, cuando en su camino se encuentra con elementos cotidianos o algo retocados que tratan temas sensibles o que aún constituyen un tabú. Caminar, aunque sea por necesidad, implica un reconocimiento de aquello que nos rodea y lo que esto nos provoca, quizás no sea inmediato, pero de seguro se logra con el tiempo...

miércoles, 27 de julio de 2011

De margaritas, puercos y otras ideas comunes

El DRAE indica margarita: echar ~s a los puercos; locución verbal. Emplear el discurso, generosidad o delicadeza en quien no sabe apreciarlos.

La "delicadeza" a la que me referiré es la de la poesía. Y una de las maneras de  relacionarse con las  mujeres ("llegar" a ellas), a través de ella. (Algo trillado que a veces funciona.)

Hace no poco tiempo, decidí –las causas no importan para esta ocasión, digamos sólo, que "tuvimos un pasado"– transcribir un grupito de sonetos para, vaya idea, rendirle un pequeño tributo a una amistad cada vez más extraña (por no decir deteriorada). Ya esperaba lo que resultó (lo había previsto, pero no me importo entonces gastar mi pluma y los sonetos): no hizo caso, entendí (y por más que sea lo que yo deduzco, se acerca a la verdad) que no había entendido los sonetos (entenderlos, probablemente sí le hayan gustado), cosa nada extraña, porque los tres fueron escritos hace más de tres siglos. Sí, creo que en eso radica la comprensión de tal poesía.
Pensaba sólo eso, pero me acordé que nunca poseyó habilidades con nuestra lengua, el español, ni con el inglés, el cual decía conocer de cabo a rabo; así como escribía en español, escribía en inglés: faltas de ortografía y todo.

No aprendí. Pensé en recolectar otra serie de poemas para otra mujer aún más especial, siempre teniendo en cuenta aquello que quería expresar y que despertara interés en quien lo leyera (ella).
El primer poema que aparece es un soneto de un poeta muy querido y muy especial, recuerdo que cuando lo leí, fue detener la lectura y tener una sensación que nunca había experimentado.
Pensé en dejar tal tarea porque algunos hechos me hicieron pensar en ello, pero seguí pensando que aún tenía oportunidad. Ya diré qué pasó.
Sospechaba que ella gustaba de sentirse y saberse halagada por muchos hombres a la vez (no es raro en los humanos) y me dio alas y después, naturalmente, las cortó. (Pero es hermosa. Pero, ¿ya ocho meses?, es una burla.)

(Quizá lo que sigue me deje mal parado, pero qué importa.)

Como el proyecto no se terminó del todo y su destinatario estaba en la cuerda floja, pensé en cambiar a este último. Pensé en una mujer que sí sabe de poesía y la entiende y la goza y la ama y, cosa curiosa, me gusta. (No es que sea importante el que sepa de poesía, es sólo un punto a favor, digo yo.)

(He pensado en ella con bastante frecuencia; he pensado en ella, pero no he estado con ella.)

Desde ahora –aunque a veces lo cuidaba y lo cuido– procuro destinar poemas transcritos a mujeres que en verdad valgan la pena y los sepan valorar.

Lo he hecho en los últimos días.

Elegir a una mujer y un poema es casi igual de complicado.

domingo, 3 de julio de 2011

Un rostro. Una mujer. Ella

–¡Ay Dios! ¿Por qué vos plugo de poner tanta beldad en esta señora y en mí tan gran cuita y dolor por causa della? En fuerte punto mis ojos la miraron, pues que perdieron la su lumbre, con la muerte pagarán aquella gran locura en que el coraçón han puesto.

Así dice Amadís de Gaula después de ver a Oriana, su dama, en los primeros capítulos de la novelita.

Y es que al pensar en mi Oriana hago el mismo apóstrofe; mi corazón, si es que ahí se alberga mi querencia, padece una gran locura. Es ya mucho tiempo de estar así, bien podría decirse que lo tomo como una costumbre, pero una que se altera cada que vuelve a estar frente a mi ojos.

Ha habido una infinidad de oportunidades, oportunidades que se esfuman, las esfumo.
No, creo que se van solitas, así como el agua y las frutas para Tántalo (rodeado de tanta agua y de tantas frutas sin poderlas tomar: cada que quería comer o beber, el agua se absorbía y los frutales se elevaban), salvo que lo mío no es por castigo. Espero.

Tenerla cerca es tan confortante, tan agradable, que no quisiera nunca desprenderme de ella.

[A pesar de todos los singulares ejemplares que ha tenido por novios...]


Preguntaré, a modo de conclusión, como Rubén Bonifaz Nuño:

¿Por qué, si no me quieres, me has querido?

Addenda: ¿Esto es amor?

Momento peliculesco. O: Ella es una chica muy linda, [creo que] es muy atractiva

Uno de los días pasados iba con mi amigo en la línea 3 del metro: él me contaba chistes, yo me reía (siempre he admirado esa capacidad suya para contar chistes y me sorprende también la facilidad con la que cuenta historias -aunque siempre se caen por detalles que no espera que tome en cuenta-) y hablábamos de los proyectos en los que estamos.
En ésas estábamos, y por ahi de la estación Centro Médico, cuando oí un golpeteo en la ventana del vagón -iba sentado al lado de la ventana-, volteé y vi a M., mi amiga de italiano por quien pasé bien una gran parte del curso. Hacia el final tuvo que irse por un curso de no-diré-qué: me quedé solito con la bola de brutos de mi grupo de italiano.

Teníamos casi dos meses sin vernos ni hablarnos. No pude más que emocionarme (me asombra también cuán rápido me encariño con las personas) y tomé mis cosas como pude y corrí hacia la puerta, sin despedirme de mi colega.

La gente con la que viajábamos se dio cuenta de lo que pasaba, de lo que me pasaba y los que estaban en la puerta, dos señores, las detuvieron para que pudiera salir sin broncas porque el sonidito de cerrar puertas en el convoy ya se dejaba escuchar. Así como salí al andén, las puertas se cerraron y el tren emprendió la marcha

Después de una plática no tan breve, nos despedimos, haciendo la promesa de encontrarnos en otro lugar menos ajetreado. Me subí al metro y pensé en lo que acababa de suceder, cómo fue que logré bajar del metro. Sólo había visto algo así en las películas gringas donde un chico intenta alcanzar o ver a la chica que le gusta y la gente lo ayuda, así nomás.
Ahora imagino a M., viéndome hacer mi desmadre en el vagón; imagino también a la gente viendo lo que un hombre hace por una mujer, dejar a su amigo, arrastrar su chamarra y cosas por el estilo.

lunes, 20 de junio de 2011

Antes de decir cualquiera de las grandes palabras

Tal es el título de un poema de David Huerta, poeta mexicano que a través de su obra realiza una experimentación con el lenguaje, lo lleva a puertos insondables, las más veces y otras tan sólo nos recuerda, nos vuelve a decir, que somos hombres.
Para él no hay "cosa" más importante que el lenguaje, las palabras, los sonidos que ellas producen; ama el lenguaje.
Parece que David quiere mostrar parte de lo mucho que sabe (aunque él dice que ello es muy poco) en cada poema que elabora, bien puede hablar de Blake, de Campbell, de Cortázar y hasta de La Biblia. Así es él. Le gustan los extremos y los experimentos, aparte de lo que uno puede considerar como extraño.

  
      "Antes de decir cualquiera de las grandes palabras"


  Ya se sabe: primero tenemos que ponernos de acuerdo
  en cuáles son, pero convengamos en que existen:

  se escuchan con todo su peso y gravedad
  por la Perspectiva Nievski, en el murmullo de Raskolnikov,

  y  Cortázar se burla de ellas a cada rato
  y las aligera, las despierta, las reconcilia

  con el resto del vocabulario, para que puedan rozarse
  sin daño con las demás y libertad no lastime demasiado

  con su tonelaje de mármol griego
  y su tufillo existencialista y su indudable grandeza trágica

  a tenedor, a janitor, a bibelot –aunque esta última
  es sospechosa de grandeza por culpa de Mallarmé,

  también están las cortas y decisivas, , no, ahora, nunca,
  la turbia amor, la limpia muerte, la zarandeada poesía,

  otras que son como el arte por el arte, sándalo,
  por ejemplo, y algunas como desoxirribonucleico, telescópica

  y de indudable elegancia científica, de una manera vaga
  e intensa y laberíntica, al mismo tiempo, conectada

  con esa otra, vida, y están las combinaciones, claro,

  tu boca, esta carta, docenas de objetos verbales
  que sólo tienen importancia por razones inexplicables,

  pronunciadas en la noche o el día, dichas

  o guardadas en el silencio, en la red aterciopelada
  de la memoria, en la fortaleza transparente y enérgica

  del olvido, ese cuerpo o tejido del que también
  están hechas las grandes palabras, el tiempo, tantas cosas.

En Lápices de antes, 1994.

sábado, 18 de junio de 2011

El noi del Poble-sec: Joan Manuel Serrat

El 14 de junio de este 2011, Joan Manuel Serrat fue distinguido con el Doctorado Honoris Causa de parte de la Universitat Pompeu Fabra por, entre otras cosas, ser el mayor difusor de la lengua y cultura catalanas alrededor del mundo, por mostrar fuerza y dignidad en sus composiciones y difundir la obras de un buen número de poetas contemporáneos. [He aquí el link de la "Pompi" http://www.upf.edu/enoticies/1011/0614.html]
En la ceremonia, tanto Josep María Micó, catedrático de la Universidad, como el rector, Josep Joan Moreso, en sendos discursos, laudatio el primero y formal el otro, insistieron en que la obra de Serrat trasciende de lo cultural a lo emocional, a lo subjetivo. De ahí lo entrañable de lo hecho por el noi del Poble-sec.
Entonces, en ese tono de homenaje y reconocimiento, pongo a continuación una lista de sus canciones, las que cabrían en un CD de 80 minutos. La lista la conforman canciones por las que siento un aprecio enorme. Como se dice en estos casos, no me veo sin la presencia de la música de Serrat en mi vida. Él y el catalán son dos elementos importantes, me han enseñado otra forma de ver el mundo,



Vinga, heus ací la llista:

1. Mediterráneo
2. Menos tu vientre
3. Me'n vaig a peu
4. Tu nombre me sabe a yerba
5. Paraules d'amor
6. Cantares
7. La saeta
8. Pare
9. La boca
10. Señora
11. Com ho fa el vent
12. Cançó de bressol
13. La mujer que yo quiero
14. De cartón piedra
15. Mensajes de amor de curso legal
16. Poema de amor
Moltes gràcies, Joan Manuel!

domingo, 8 de mayo de 2011

Petita nota sobre el català

Ho he dit moltes ocasions, l'interès pel català va començar, al menys, fa uns tres anys; les raons: en Joan Manuel Serrat i el Barça.

Fou amb un disc compacte del primer quan vaig escoltar per primera vegada les seves cançons en català a més de les més conegudes que canta en castellà. Aquella primera cançó va ser "Paraules d'amor" que diu així: "Paraules d'amor senzilles i tendres./ No en sabíem més, teníem quinze anys./ No havíem tingut massa temps per aprendre'n,/ tot just despertàvem del sons dels infants...". Des de aquell moment, la lletra va quedar guardada en la meva memòria, és quelcom que no oblidaré.

De la segona raó, us podré dir que és simplement un equip excel∙lent, té unes qualitats grandioses, pel seu vestidor han passat jugadors impresionants, en fí, són coses que li han permès erigir-se com un dels millors clubs de futbol.
Vaig saber amb això que la cultura catalana és, en veritat, important, no sol a l'àmbit europeu sinó, m'atreveria a dir-ho, arreu de tot el món.
Decidí iniciar els estudis de la llengua en qüestió, volia fer-ho mitjançant auto-aprenentatge amb un diccionari català-castellà que em vaig comprar per una petita quantitat. Escoltí més cançons de en Serrat, primer, les transcriví i després intentí traduïr-les. Tenia en aquell moment un par de llibres en català una antologia de poesia (de la que ja he escrit) y una novel∙la de en Pere Calders.

Vaig saber que al Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras de la UNAM hi havia classes de català, m'havia de preparar bé per un curs bo. No es va poder el primer any.

Durant el any passat, poguí donar-me compte de la ignorància que hi havia (que hi ha) entre els meus companys i companyes sobre l'àmbit ibèric, per ells solo existia com llengua el castellà, les altres no mereixien cap atenció ni interès. Fou tal el fet que dos amics (o això crec) es burlaven de que el català l'ùnic que feia era fer més breus les paraules del castellà i donaven molts exemples, tots ridículs i sense cap coneixement del català. Però jo que si el tenia, no m'agradava molt la seva actitud. Temps difícil.

Al any següent (aquest any) vaig conèixer una noia que li agrada el català, sap llatí i parla també rus, i la llengua en la que ara escric ha tingut una revitalització al meu interior i en la meva vida: perquè ella m'ha convidat a les classes de català al CELE, amb un noi molt maco: el Carles.
És tal el gust que m'he atrevit a escriure aquesta entrada.

Estimo molt la llengua i cultura catalanes, la meva vida no seria la mateixa si no fos per el català.

[Disculpeu els errors que aquest text pot tenir, és el primer que escric en català.]

sábado, 30 de abril de 2011

"Reposo del Guerrero", soneto.

Este soneto fue escrito por Eduardo Langagne y es recogido en Palabras en poesía: diccionario poético por cincuenta poetas mexicanos, José Cedeño, P. Romay, J. Levine, Siglo XXI, México, 2008, pp. 54-55.
El poema resulta muy curioso, digo, no es fácil rastrear catorce palabras en español que finalicen con "j", pues muchas de ellas ya no se utilizan. Sin duda el trabajo es de suyo admirable.
Reproduzco también el comentario añadido al soneto que facilita su comprensión.


SONETO ACABADO EN J: "REPOSO DEL GUERRERO"
    Protegido mi pecho en el gambaj,
    Afilo el arma, brilla su relej;
    En una dulce tregua, el almofrej
    Me da el sueño al rumor del rebalaj.
    Hay consuelo a mi herida en el borraj
    Y andaré aún estando pedicoj,
    Pues no anhelo yacer bajo el alioj,
    Ni ungido héroe como un almiraj.
    Me protegen la noche y el cambuj,
    Conozco igual la espada que la troj,
    Amo el aroma del almoraduj
    Si adereza el carnero el maniblaj.
    Serenamente, oculto tras un boj,
    Espera desafíos mi carcaj.

Este es un soneto realizado con palabras de origen árabe, guerrero. Todas fueron localizadas en una de las ediciones del Diccionario de la Real Academia [Española]. Contradice un poco a quienes aseguran que sólo hay tres palabras en el español terminadas en jota: reloj, boj y carcaj. Los significados de los términos usados en el Soneto son deliciosos: el gambaj es esa camisa de red metálica que todavía podemos ver en las películas de cruzados. El relej es el bisel de un arma punzocortante, el almofrej es una cama de campaña, parecida a una camilla de emergencia, sencilla y ligera. El suave ruido que produce el agua al escurrir entre las rocas de la playa se llama rebalaj. Borraj es [bórax], para curar heridas; pedicoj se dice también pedicojo: lastimado de un pie. Al pedazo de mármol que se coloca encima de las tumbas se le llamó alioj. El almiraj es un grado militar, en español se usa "almirante", pero antiguamente el término era para soldados tanto de mar como de tierra. Cambuj es una cubierta negra para la cabeza, como un pasamontañas negro, ¿se acuerdan de la palabra "cambujo", que denominaba un color de piel muy oscuro? La troje, se dice ahora, era troj, en árabe. El almoraduj era un guiso, un estofado con carne y especias, la palabra me recuerda el olor de la carne guisada; el maniblaj era un ayudante de cámara y de cocina, un sirviente más o menos especializado, según entiendo. Boj y carcaj son términos conocidos. El guerrero reposa. Así que Abu Tamman, aquel antiguo recopilador de cantos guerreros no habría encontrado éste que ahora presento a los lectores.

miércoles, 26 de enero de 2011

Voy en el metro...

... y mientras, pienso en algunas personas que se dicen mis amigos y no parecen serlo, en asuntos de relaciones hombre-mujer (léase amorosos) y en algunas otras cosas de lo por venir, me doy cuenta de que soy el individuo más alto que hay en ese vagón. Mis casi 1.90 metros (1.88 exactamente) me permiten serlo.

Es temprano y es hora pico (en esta ciudad casi todo el día es hora pico en el metro) y los vagones empiezan a llenarse de gente; sigo siendo el más alto.

La gente que va dentro intenta tener un poco de espacio no dejando que los que esperan fuera entren, pero se ha acostumbrado a esa caraterística que, según dicen, los latinos tenemos: nos gusta el contacto con los demás. Aparte de la comprobación de esa máxima, también se rompe una de las leyes de la física, la de la impenetrabilidad donde no pueden caber dos cuerpos en un mismo espacio y un mismo tiempo; aquí sí sucede: donde se supondría que cabría un individuo promedio (estatura y peso medios, esto es, 1.65 m. y 65 kg.), caben hasta tres con los empujones y todo lo que eso pueda conllevar al cerrarse la puerta y luchar por ingresar al vagón.

Lo que eso ocasiona es que la gente vaya pegada a la gente, pecho con espalda (o como se entre) u otras posiciones muy, muy incómodas.
Entonces, como soy de una estatura superior a la promedio y la gente que entra durante la refriega es de esa estatura, resulta que sus cabezas quedan o a la altura de mis codos (en casos extremos) o abajo de mi nariz a la altura de mi pecho o a la garganta pero siempre abajo de mi nariz -extrañamente-.

Cuando voy en el metro tengo la mala costumbre de tener la cara hacia el frente (duele el cuello si no es así) y de respirar por la nariz la mayor parte del tiempo. Dado lo cual, lo que exhalo -o algún dejo de ello- sale y va directamente al coco, si son estaturapromedios, de los individuos o a la (o un poco arriba de la) nuca, si es que superan el promedio de estatura.
(No quiero que lo anterior se entienda como algo que disfrute hacer, si no que es inevitable y sólo pasa en las horas pico, cuando uno no puede moverse ni un ápice.)

Esos individuos que entran o que son empujados, [me parece que] tienen un complejo con su estatura; ha de ser incómodo que, cuando van en el metro, sus cabezas estén entre las espaldas de los demás y que cuando por fin parezca que estén libre de opresión corporales salga un cabrón que se crea muy alto (y tal vez lo sea) le respire en su coquito.
Sale, entonces, que también son homofóbicos y [me vuelve a parecer] que gustan de lanzar albures con sus amigos para ver quién recibe y chupa pitos de los demás, pero que cuando son los que reciben (aunque sea en un juego de palabras) -pasivos le dicen algunos- se molestan y dudan de su hombría y tratan de imponerse a otro -léase echando pleito-.
Han de creer en ese momento que soy un soplanucas (duda de la composición de tal palabra) y han de enojarse porque eso los convertiría en muerdealmohadas (dudo también de la de ésta) y eso al macho mexicano ya no le gusta.

De esta parte es gracioso observar cómo aquéllos (los chiquitines) jamás se dan cuenta quiénes lo rodean en el vagón, por lo que se ven sorprendidos cuando se les ocurre voltear a ver quién es el ojete que osa dejar ir su exhalación hacia su nuca. Optan por alejarse, no vaya a ser que les guste y no me los separe.

Ya lo dicen bien los botellos en la canción que le dedican al "gusano naranja":  "Sudas, pujas, te arrimas, te alejas; ya ni modo, me voy a quedar"