No crec en tu, Senyor, però tinc tanta necessitat de creure en tu, que sovint parlo i t'imploro com si existissis.
Tinc tanta necessitat de tu, Senyor, y que siguis, que arribo a creure en tu –i penso en tu quan no crec en ningú.
Però desprès em desperto, o em sembla que em desperto, i m'avergonyeixo de la meva feblesa i et detesto. I parlo contra tu que no ets ningú. I parlo mal de tu com si fossis algú.
¿Quan, Senyor, estic despert, i quan sóc adormit?
¿Quan estic més despert i quan més adormit? ¿No serà tot un son i, despert i adormit, somni la vida? ¿Despertaré algún dia d'aquest doble son i viuré, lluny d'aquí, la veritable vida, on la vetlla i el son siguin una mentida?
No crec en tu, Senyor, però si ets, no puc donar-te el millor de mi si no és així: sinó dient-te que no crec en tu. Quina forma d'amor més estranya i més dura! Quin mal em fa no poder dir-te: crec.
No crec en tu, Senyor, però si ets, treu-me d'aquest engany d'una vegada; fes-me veure ben bé la teva cara! No em vulguis mal pel meu amor mesquí. Fes que sens fi, i sense paraules, tot el meu ésser pugui dir-te: Ets.
París, 14 de maig de 1950.
De Poemes de l'alquimista, 1952.
CANTO ESPIRITUAL
No creo en ti, Señor, pero tengo tanta necesidad de creer en ti, que a menudo hablo y te imploro como si existieras.
Tengo tanta necesidad de ti, Señor, y de que seas, que llego a creer en ti –y pienso creer en ti cuando no creo en nadie.
Pero después me despierto, o me parece que despierto, y me avergüenzo de mi flaqueza y te aborrezco. Y hablo contra ti que no eres nadie. Y hablo mal de ti como si fueras alguien.
¿Cuándo, Señor, estoy despierto y cuándo estoy dormido?
¿Cuándo estoy más despierto y cuándo más dormido? ¿No será todo un sueño y, despierto y dormido, sueño la vida? ¿Despertaré algún día de este doble sueño para vivir, allende, la verdadera vida, donde sueño y vigilia sean una mentira?
No creo en ti, Señor, pero si eres, no puedo darte lo mejor de mí si no es así: diciéndome que no creo en ti. ¡Qué forma de amor tan extraña y tan dura! Qué mal me hace no poderte decir: creo.
No creo en ti, Señor, pero si eres, sácame de este engaño de una vez. ¡Hazme ver bien tu cara! No tengas en cuenta mi mezquino amor. Haz que sin fin, y sin palabras, todo mi ser pueda decirte: Eres.
París, 14 de mayo de 1950.
Josep Palau i Fabre
---------
Esta vez sólo quiero presentar un poema, que considero entre los mejores de Josep Palau i Fabre (1917-2008); creo que es un poema vigente porque aborda la interminable disputa interna entre aquello que somos y en lo que creemos (o aquello que "deberíamos" ser y en lo que "deberíamos" creer). Me gusta la idea de que no hay un sólo ente divino; y que podemos irnos con el que más nos convenza.
Sería padre hacer un camino espiritual y poder decir en algún momento, como Harrison: "My sweet Lord, I really wanna see you".