domingo, 30 de octubre de 2011

Pertinencias mortuorias

El miércoles 26 de octubre asesinaron a un miembro de la comunidad estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras. Hasta ahí había una consternación dentro de la comunidad misma. Sólo se sabía que se llamaba Carlos Sinuhé (la ortografía, atendiendo a los caprichos mexicanos, es dudosa: también lo escriben Sinhué...)y que había sido "ultimado" con 16 (!) balazos. (Achacan la muerte al gobierno de Calderón y su narco-guerra, amén del clima de inseguridad dada la misma).
A lo largo del jueves surgieron especulaciones: que era un dealer, que era activista con amenazas, que no tenía no enemigos ni había sido amenazado...
Ese mismo jueves personas cercanas (de algún inexplicable modo) a la Facultad organizaron una asamblea para determinar cuáles serían las actividades que se realizarían a la brevedad, todo por esclarecer el crimen del compañero muerto.
Decidieron hacer un paro de 24 horas a partir de las 19 horas para provocar que las autoridades tomaran cartas en el asunto y estuvieran involucradas en el proceso de resolución del caso. Algunas voces en el transcurso de la noche dijeron que esos individuos recorrieron los pasillos y sacaron con violencia a los que aún tomaban clases. No veo la necesidad de hacer un paro como el que se terminó realizando, se pensaría en hacer un paro activo, con una intensa labor de difusión e información al resto de la comunidad universitaria. Pero no un paro de labores por el que se pone en entredicho la actitud y el comportamiento de las personas que lo organizaron. Ese día se habló de "urbanidad" en un grupo de una red social, creo que ellos no la demostraron.
Otra de las acciones fue realizar una marcha al interior del campus con el fin de informar a las demás facultades de lo sucedido y reclutar más gente para la marcha "grande" del próximo jueves.
Durante su recorrido repartían papelitos donde se informaba sucintamente (mantenían la cantidad de 16 balazos) lo sucedido con el universitario. Hubo gente que no recibía tales papelitos. Vi al menos tres casos de esos volanteros que ante la negativa de los demás universitarios, respondían con insultos y degradaciones, todo por ser "unos apáticos".
Yo entiendo a estos seres cercanos a la Facultad, puedo comprender el coraje que provoca que maten de esa manera a una persona que conocían. Pero no tenían porqué usar la violencia ya física ya verbal para demostrar su coraje y menos contra miembros de la comunidad universitaria. El detalle es que muchos de ellos no son (propiamente) estudiantes, la gran parte dedica su tiempo universitario al llamado y cada vez más cuestionable –por sus integrantes– "movimiento estudiantil". El mismo muerto estaba inscrito desde 1997 en la licenciatura de Filosofía y, según sus cercanos, hacía la tesis hasta el miércoles. Es decir, tenía 33 años y llevaba 14 en la Facultad, no estudiando sino "apoyando y defendiendo las causas justas". Estoy seguro que pocas personas lo vieron alguna vez, al menos en los últimos... 10 años, en un salón de clases. De éstos abundan muchos por toda la Universidad.
De por qué lo mataron sólo quiero decir que es muy cuestionable que haya sido una de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico sólo por el hecho de ser un activista sumamente activo. Así uno podría pensar que cualquier muerto desde declarada la guerra contra el narco es víctima de la misma dado un clima de inseguridad que también causa esa guerra (también cuestionable).
Lo doloroso de la jornada fue ver en la nota roja, como solamente ellos saben, la foto de Carlos Sinuhé –ellos dicen que fueron 6 balazos: ¿a quién se le cree: a los sin-escrúpulos de la prensa amarillista o a los comprometidos, pero exageradores, miembros de "colectivos estudiantiles" que dicen que fueron 16 balas?–. Eso sí que no lo alcanzo a comprender: por qué hacer del sufrimiento de las familias que pierden un familiar (y no hablo nada más de este güey de Filos) un negocio y una fábrica de chistes y juegos verbales que únicamente humillan al muerto. Es un hecho que a últimas fechas se ha visto acrecentado, o porque la gente necesita más morbo o porque constantemente aparecen muertos y más muertos a granel en este país que se lo está llevando el carajo.
Me pregunto ahora si ese "estudiante muerto" haya valido la pena como para tener cerrada la Facultad de Filosofía y Letras por 24 horas. O es que sólo por ser activista se le debe rendir tal "tributo", o como se le quiera llamar. ¿Se habrá perdido un ser valioso que pudo haber aportado algo al desarrollo humanístico de México? Dejo la pregunta al aire...